lunes, 2 de abril de 2012

El secreto de la flor / La revolución / En Rayos


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS y LIBROS
De Teoría de la sustentabilidad

EL SECRETO DE LA FLOR


A César Gilberto Torres. poeta nacionalista.
a Juan Avilés Medina, poeta
a Jerónimo Ramírez, educador y poeta
y Edgar Ramírez Mella, poeta,
todos patriotas del Pepino y cantores de libertad

Como semilla silvestre que dondequiera aparece,
aunque a duras penas crezca
si el camino es umbroso,
es la Revolución.
«Mala hierba», sus enemigos, malos leñadores
de los bosques, la designan.
Con daga y machete la cortan,
con herbicidas la atacan, con mucha palabrota
resentida, o retóricamente desalmante, la maldicen,
pero ella impera como mancha que no desaparece
de las ropas de los huesos del pobre
y, a las naciones, a más pobres, explotadas
y envilecidas que estén,
la Revolución retoña como su instinto de consciencia,
el único remedio, pócima salvadora
que tendrán que beber, tarde o temprano.

¡Esa es la flor que comparan con ramera caprichosa!
¡Que asocian al delito como si fuera amapola!
¡Esa es la flor que no ha llegara, porque nunca se va
por necsaria! Sólo ella dará el estertor vivífico
al agonizante.

Es la dignidad que palpita
(¡esa revolución que maldicen las clases trepadoras,
todos los amantes saludables de mentiras, robapanes,
beneficiarios, parásitos con sistema opresiones.
todos los disfrazados de concordia y diálogos
entre sordos, embusteros y podadores
de plantas de profundo aroma,
de sacra y milenaria herencia!

No la podrán exterminar. Lo aseguro. Nunca.
Revolución es lo que da la esencia y la roja tibieza
que resiste a fin de que la sangre no se torne
en horchada y el rubor de dignidad
en frialdad desvergonzada.
Quedará ahí como sombra acusadora,
expectante hasta que llegue
el valiente.

Vean con que planta nace el hombre
que si los pies son chuecos y las nalgas, chumbas
y el espinazo como un 8 quebrado,
por el ansia de espíritu se vacía
la presencia enhiesta de este secreto en flor,
flor revolucionaria
y salpica el pie del gambao,
lo vuelve estaca buena
para que se identifique y quien
sufre se apoye.

Ingénita planta ésta
que articula el No de las rodillas,
esta que levanta a los baldados y aliviana la joroba
de los agachados y trepa sin ser vista
hasta el Ajna Chackra de los Intuitivos y bondadosos
y les dice: «Yo no soy movimiento reformista
que mañana se negocia en secreto,
se cambia por canicas y prebendas;
yo no camino a hurtadillas,
pero soy lo más sólido y firme
en que puede asentarse la confianza;
yo purifico desde la esencia
profundas superestructuras y desgafo
kioskos y falsos templos
que ya son nichos de traidores y crápulas,
destrozo tiranías, aún vestidas de democracia
o de rezos. y por eso
soy más que el griterio en las calles,
más que los clandestinajes o actos dinamiteros
y premura de golpeadores y rufianes armados
que se fajan contra los que combaten
en condiciones desiguales.

Yo aprovecho cada corazón que me siente
y me admite, aprendo de él, me aroma aún más
con el enojo valiente de aquellos con adrenalina,
aprendo del desesperado que se manifiesta y marcha,
¡ellos me han mantenido viva desde la eternidad!

Mas, por Eternamente Alimentada con espíritu
de luchadores de todos los siglos,
soy más profunda y más agradecida que la ofrenda
de pataleo y exhibicionismo espontanéo,
que wa flor de un momento, y no todo mi aroma
y mi sabor y mi sabiduría, mis raíces y secretos.

Soy mucho más que las gesticulaciones
del resentido social y el aventurero
o el iracundo despechado
que llegó al límite de sus dolores
o golpes no devueltos, reprimidos.

¡Qué Yerba-Buena, o bruja, tengo por aliento,
qué guarapo de cañamiel me endulza
la garganta (la garganta social.
la de mi pueblo y mi mundo
y mis sistemas planetarios,
mi Universo)!

Vean que reúno, con mi convocatoria,
lo mejor de la humanidad,
hembras, varones, adolescentes,
ancianos y niños,
vocaciones todas con sed de mí
y en mi seno no se miran como razas
ni como obreros ni como intelectuales
ni como ricos ni como pobres,
ni por profesiones ni por razones de credos.

Se miran desde la esencia misma de transformaciones,
se quieren justicieros, amorosos, alegres, hermanados
como un solo pueblo, por Unidad Revolucionaria.

¡Se unifican por comprender que una justicia natural
los iguala para la voluntad de amor al Atanor
donde la Historia pule un Presente
que adeuda al pasado y mucho más al futuro!

El día de la maldita puta despreciada,
planta / al fin / dizque se ha visto.
flota de corazón a corazón,
se vacíará en la calle, se dice,
y hasta desde campos remotos
visitó la Ciudad.

El día de la planta de anamú
que odiosos podan, día de exterminadores,
enemigos de la raíz
sin bendiciones eternas,
invisibles, ingénita
y discretamente dadas,
y no es día
en que ha de llega.,

Un día es porque nunca se ha ido
y se festeja porque nunca muere
y nunca piensa dejar de ser.

La revolución tiene este día eterno
en que da flores. Hasta el más tonto
concluye que no es la flor maldita
ni raíz para culebras y rastrojos.

Días valientes, o de alegría,
se pintan solos aún en la inmadurez
de las colonias. Nada por la Revolución
guarda memoria amarga
ni sabor dañoso.

Esta es mi flor favorita
y el idealista la siembra en el corazón
y siempre crece, lo transfoma. lo educa,
lo corrige, lo consuela.

Le cambia la perspectiva ingrata
por un agasajo solidario, cálidos abrazos
que anticipan el porvenir y la victoria

... porque la flor es como la memoria
del Maestro, o del Guía, cada vez más cercano
con respecto al Origen Remoto
cuando sólo fue un verbo grabándose
en tabletas de piedra o, aún mejor, Luz
que meterialzó Su Idea
al pensarla en el Logos-del-Prototipo.

«Hágase el Revolucionario», se dijo.
Un hombre que corrija y perfeccione su mundo
e imprima su personalidad y autoctonía
de ser libre... un homnbre que instruya
a su progenie y aún ponga el nombre
a la flor más bella
de estos jardines edénicos:

En Arbol de Vida guárdese la flor
que transforma, su Conocimiento
del Arbol / de la Ciencia
y las Transformaciones y su flor de revolución,
sí, esa que nnos hará dioses.
donde el Demiurgo y Anciano de los Días,
sólo dispuso simulacros evolucionarios
para que los revolucionarios inicien el Porvenir.

CARLOS LOPEZ DZUR

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